ORIGINS 2
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Ace lo hizo otra vez. Y sepan que no puedo evitar escribir estas líneas con una sonrisa tan bienvenida…

Empecemos de cero. Hacía rato que una edición de un disco no me despertaba un entusiasmo juvenil como en antaño. Recuerdo los días en que esperábamos con ansiedad y mucho vértigo la salida de un álbum de nuestros ídolos; esa reconfortante sensación de incertidumbre y algarabía que reinaba en el ambiente en los días previos… y ahora no era para menos, el Hombre Espacial supo generar ese vértigo y esa incertidumbre con dos singles maravillosos como lo fueron “Space Truckin” de Deep Purple y “I’m Down” de Los Beatles. Cuando luego se dio a conocer el set list, los invitados y la fecha de edición; pues había empezado en mí una discreta cuenta regresiva al punto de estar hoy clavado en el Spotify a las 12 en punto de la noche para ver la aparición del disco. Y la verdad, les digo… Nunca había experimentado algo tan lindo así en estos tiempos donde el streaming y la cultura de consumo musical desde un iPad podía ser tan humanamente comparable a los viejos días. ¡¡¡Bien por Ace!!!. Agradecido por ello.

Entonces fuimos directo al artista  (click)…. “último lanzamiento” (click) … ORIGINS 2 delante de mí.

Presionamos “Good Times Bad Times” (a ver.. a veeeeer) Ufff… ¡¡¡Qué sonido!!!. Por Dios! Esto suena sideral!!!. Siempre es importante que el tema de apertura de un álbum te proporcione una satisfacción inmediata. Es la carta de presentación, el comienzo de la historia… te sitúa de entrada en dónde vamos a estar parados en este viaje y saber cómo viene la mano… Y la verdad, nada mejor. La primera certeza es que la producción de este álbum es intachable; un aspecto que el Spaceman  no dudó en reparar para mejorar y superar al Volumen 1. En cuanto a la canción, los que la conocen saben que es un hard rock iniciático en días en que el género estaba en pañales. Por supuesto que Ace está a años luz del glam de Robert Plant, pero de todos modos qué bien lo canta. Le cae justo para esa onda rocker neoyorkina que le imprime y el mejor acierto de la versión es que aplica casi nota por nota el solo original de Page, dejando entrever la influencia de este en su estilo de guitarra líder. Vamos con un 10.

La siguiente parada es “Never in my life”. Créanme que cuando descubrí años atrás a Leslie West y sus poderosos Mountain y en particular su mejor disco “Climbing!” siempre pensé que esta banda era una de las favoritas de Gene y de Ace, no sé por qué reconozco el estilo de ambos a la hora de tocar y cantar hard rock. De hecho, “She” en Dressed to Kill tiene el estilo Mountain cuya matriz podemos observar en Never in my life. Intuyo que cuando Ace decidió versionar esta composición, se le prendió la lamparita para incorporar la de Kiss. Es como un paso decantado, no?. Volviendo a la versión, es buenísima… tan fresca, tan devocional y respetuosa. Imaginen a un joven del Bronx poniendo el disco al mango haciendo air guitar. Otro 10.

Las siguientes dos paradas son los singles de anticipo, “Space Truckin” y “I’m Down”, ya conocidos, que puestos en contexto dentro del álbum siguen manteniendo la llama rockera espacial muy viva y votiva. La verdad estoy que ardo a esta altura. Quizá, para mi gusto el siguiente Top Cover de la mano “Jumpin´Jack Flash” junto a una invitada -ya amiga de la casa- como Lita Ford no me termina de impactar como los anteriores. Siento que aquí hubiera sido pertinente listar un tema más a midtempo, ya que venimos muy arriba… bien power y esta versión de Jumpin, sin desmerecer a Lita, no tiene la virulencia de los anteriores. Por el contrario, el tema está algo sucio y distorsivo, como si quisieran darle una onda más punkie, callejero.. claro, no está nada mal… pero bueno, reconozco que mi expectativa estaba en esperar que sea Ace que liderara la voz, ya que los temas Stones le sientan siempre muy bien. Este tema funcionaría mejor en un LP como tema de apertura del lado 2.

Sin embargo, lo que viene vuelve a poner al álbum ‘on fire’.  Jamás, pero jamás hubiera imaginado que Ace volvería a tocar otro tema de Cream  y menos uno como este, tan alocado, raro, con una letra anarquista y malhumorada (para qué negarlo, al dedillo con los tiempos que corren), pero hay que decir que todo lo raro y presuntuoso que pudiera ser “Politician”, es una de las versiones que más he disfrutado. Un trabajo espectral en las guitarras. Llegado los solos, bajo un juego de edición acertadísimo, los leads de John 5 con Ace se van paneando de izquierda a derecha y viceversa creando esa inestabilidad ideológica que presume la canción. No es para profundizar tanto, pero entiendan que para alguien que ama el rock de los años 60’s, escuchar estas composiciones de puño y sangre de uno de tus ídolos guitarristas de todos los tiempos, te eleva a Jendell o alguna nube cósmica de por ahí. De lo mejor.

Pero de si sorpresas hablamos, ay.. ay… ay.. ay!. qué bueno que se pone esto. Ace vuelve a la carga con otra gema ingeniosa de los Kinks.  En cierta forma suena a revancha, ya que “Till the End of the Day” en Origins 1 está simplona y descuidada. Pero con “Lola”, Frehley se redime con todas las de la ley acompañado en la voz por su novia Lara. Recordemos que a los Kinks les negaron tocar en los 60’s en los Estados Unidos por un tema de visado y restricciones legales, el último hit single del grupo en USA había sido Sunny Afternoon en el 66 y recién con la aparición de Lola en 1970, Ray Davies y sus muchachos volvieron al tope de los charts. Así que puedo intuir el impacto que tuvo esta canción del otro lado del charco. Se pasaba por radio las 24 hs del día. Uno puede imaginar a un Paul Frehley comprando este álbum, llegar a su casa. Tomar la viola y tocar arriba de la canción. Con ese amor y esa innegable reverencia a los británicos más ingeniosos después de los Monty Python, Ace repatria a LOLA a la vena kissera que siempre uno podía intuir que tenía este tremendísimo hit. Amor total.

 

Esto sigue de maravillas, amigos… Otra banda de esas que te hielan las venas. Qué bueno que Ace haya decido incorporar un crossover de los Humble Pie. Sencillamente espectacular. Una vez Paul Stanley dijo a guitar player en el año 79, que tanto Ace como él a la hora de trabajar los arreglos de guitarras siempre tuvieron como referencia a Steve Marriot y sus Humble Pie. Amaban como sonaban combinadas las guitarras y parece mentira, pero este tributo de Ace honra el legado que ha dejado Marriot (deberían realmente re descubrir a este artista inmenso). Lo interesante de este cover es que incorpora el aporte de Robin Zander, el monumental vocalista de Cheap Trick, en la voz principal. Como bien dijo Frehley, en referencia a este tema. “Era imposible que yo pudiera cantar como Steve Marriot, pero me acordé que Robin Zander siempre quiso que hagamos algo juntos, así que no dudé en contar con él para esta versión”. Y la verdad está muy bien lograda. Otro acierto.

Y aquí sí, se viene un punto fuerte para el mundo kissero. Como Uds saben, Ace Frehley tiene un amor religioso por Hendrix. En esta oportunidad evocar al primitivo Jimi Hendrix Experience, agrupación que le voló la cabeza a medio mundo cuando en 1967 grabó este poderoso e hipnótico riff, “Manic Depression”, pero que ahora a más de cincuenta años recobra vida en una de las “uniones” más esperadas por todos los kisseros. Con la ayuda y colaboración de Bruce Kulick (ya lo habían hecho en ESP cuando tocaron “Foxxey Lady”), en esta oportunidad los dos Ex Kiss meten sus licks de guitarra líder, primero Bruce haciendo gala de un estilo espacial y psicodélico (un lindo gesto de su parte) y Ace sobre el final mete lo suyo, algo “maníaco” y “depresivo” (nada es casual, esta canción de Hendrix evoca una frustración amorosa, con eso está todo dicho). Es genial que se hayan juntado ambos, la idea de que en un futuro próximo pudieran grabar algo en colaboración, se ve muy esperanzador, ¿por qué no?

Bueno, esta historia empieza a cerrarse y lejos de decaer el nivel del álbum, Ace se ha reservado 3 hittrack para dejarnos knockout sin cuenta a diez que nos salve. El primero es el Gran Hallazgo de este disco, un poppie de época. Alucinante versión rocker de “Kicks” de los batmaníacos Paul Revere and the Raiders. Sumamente complacido. Si hasta ahora el nivel del disco ha sido de una desbordante y furibunda llamarada rockera, los arreglos sutiles, las armonías bien llevadas y la excelente instrumentación que aportan el ingeniero Alex Salzman en el bajo y esa nueva adquisición que motoriza el corazón percusivo del álbum de la mano del pelado Matt Starr, nos dan el paso ideal para uno de los temas más intensos, en este caso evocando a los británicos The Animals, esos tipos poco sutiles que hicieron del blues y del rock en los 60’s algo verdaderamente antipático y disconforme, no podía ser menos ACE que incorporar este “We Gotta Get Out of This Place” , increíblemente tan Comet en sus arreglos, cantado con ese estilo Bronx salvaje que lo caracteriza y que funciona como la antesala perfecta para la frutilla del postre. El momento más delicioso. Un final inmenso. Glorioso. Si de evocaciones hablamos, sin dudas Ace se la pensó muy bien para traer al presente una de las composiciones en la que siempre ha sacado lustre y brillo en su paso por Kiss, nada más y nada menos que “She”, justo cuando se edita una nueva versión aniversario de “Kiss Alive” en Vinilo.

Y la verdad, qué quieren que les diga, Ace sabe como capturar el más genuino espíritu de los 70’s y nos trae una versión casi hermana de la que tocó en el emblemático live. Suena fresca, gratificante, sobre el final desgrana una improvisación desatada. Increíblemente el fade out me cae como un mazaso… no quiero que se termine. Estoy esperando el solito del final  y un ¡Ace Frehley, leaaaad guitaaar! --- me quedo con muchas ganas. Vuelvo a ponerlo una vez más. Me alucino como nunca antes. Sin dudas esto es el espíritu de Kiss. Ahora me cierra toda la tapa y la “SpaceSeñal”. Gene y Paul no se pueden perder de tener a este tipo para cerrar la historia. Así de simple. No es una expresión de deseo. Punto.

Sigo vibrando a más de la una de la matina. Repaso algunos temas que me gustaron mucho. Fin. Apago la luz. Sonrío satisfecho de haber ingerido un buen y genuino rock and roll. De inmediato siento que mi pie izquierdo empieza a marcar el ritmo, mientras entro en estado alfa resuena … “Loooo laaaa, la la la la Looooo la… “ veo el Champagne, veo la festichola, veo a una blonda bailando en una mesa, supongo que es Lola… pero no quiero acercarme mucho. Sé como termina la historia. Ahora sí… dulces sueños!

MATIUS 18/09/2020