KISS en Uruguay – 18 de Abril 2015 – Parque Central
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De: Fernando Ferro
Para: KISSFEVER
 

De manera reciente, Gene Simmons declaró algo que levantó mucha polémica, incluso de algunos de sus colegas de otras bandas, que lo refutaron de inmediato. El Dios del Trueno supo decir que “el Rock ha muerto”. Quizá esta sea una frase muy corta para un tema tan debatible, pero también es cierto que algo de razón tuvo. En caso que confirmemos lo dicho por Gene, esa verdad (o parte de ella) es muy atribuible a los productores de espectáculos. A aquellas personas que quieren hacer de un concierto un polirubro.
Cuando deberíamos comenzar la nota detallar la espectacularidad que llevó Kiss por primera vez a Uruguay, lamentablemente tenemos que mencionar a empresarios inescrupulosos que atentaron contra la posibilidad de disfrutar mucho más un show de rock and roll. Convengamos, uno no come vidrio y sabe que hay gente con otro poder adquisitivo y tiene la posibilidad de algún que otro privilegio. Pero de ahí, a colocar dos inmensos campos vip y aislar al grueso de la gente del escenario ha sido, decididamente, una idea poco feliz.
En primer lugar, para los que no lo conocen, el Gran Parque Central tiene un aforo de mediano a chico. Con una capacidad que llega –aproximadamente- a las 25 o 30 mil personas. Kiss tocó para un público que, difícilmente, llegó a las 10 mil personas.
A diferencia de lo que fue en Vélez (cuya organización, en cuanto a la información sobre cambio de escenario, accesos, horarios, soportes y un gran etcétera a cargo de Fénix también fue espantosa), los que accedieron a la popular no llegaron al campo. Luego, una especie de “campo barato” con una valla que separaba al “campo común” y luego dos campos vip. Uno llamado Platinum y el otro Gold. En definitiva, lo que los amantes de recitales llamamos el campo, estaba a más de 40 metros del escenario principal. Incluso el jefe de seguridad de Kiss y los técnicos de la banda, minutos antes de que sonara "Rock and Roll" de Zeppelin, miraron sorprendidos por los costados del telón.
La gran pregunta antes de comenzar la crónica es, ¿hace falta tamaña diferencia económica teniendo en cuenta que vino Kiss, sabiendo lo que pasó en 2012? ¿No se puede poner un campo general a un precio un poco mayor al que se vendió, pero muy inferior al vip para tener la cantidad de público que esta banda merece? Dicho, o mejor escrito, todo esto por suerte hubo otro circo, y ese fue el del rock. El que tiene luces, pirotecnia, adrenalina y (por suerte) cuatro tipos que se rompen el lomo a puro profesionalismo pese a la muy poca concurrencia.
Kiss volvió a sonar ajustado, pese a un único inconveniente en la guitarra de Tommy Thayer durante “Detroit Rock City”, que tuvo un breve corte de sonido. Después, el inicio fue el mismo que durante los conciertos de Bogotá, Quito, Santiago y Buenos Aires. Así pasaron “Creatures of the Night”, “Psycho Circus”, “I Love it Loud” y “War Machine”. Cómo siempre, Paul Stanley fue el gran maestro de ceremonias y se lo volvió a ver activo en el ida y vuelta con el público, Gene también hizo de las suyas arengando a la gente y, mención aparte, Eric Singer. Sabemos todos que amamos a Peter y estará siempre en nuestros corazones, pero es hora de reconocer el trabajo de Singer en la batería y en los coros, que son el acople ideal de la voz de Paul. Tommy, más allá del problema inicial, tampoco mostró fisuras y cumplió en su rol.
Después de “Do You Love Me?”, “Deuce” y “Hell or Hallelujah”, se produjo el primer y hasta ahora único cambio de canciones del setlist sudamericano. Salió Parasite y entró “Calling Dr. Love” y fue un buen cambio porque a esta formación le cabe mucho más cómodo el tema de Rock and Roll Over que uno de los que más está emparentado con Ace. De aquí en más, el show continuó igual que el resto de la gira, con “Lick it Up”, “God of Thunder” (nuevamente con un soberbio Gene), “Hide your Herat” y “Love Gun” donde, por fin, los relegados de atrás pudieron tener más cerca a Paul Stanley. El cierre llegó con “Black Diamond” y los bises estuvieron a cargo de “Shout It Out Loud”, “I was made for lovin´ you” y “Rock and roll all nite”.
Más allá de lo anteriormente expuesto sobre la organización, fue otro gran show de Kiss que viene demostrando su buen momento en lo que va de la gira sudamericana. Eso nos hace dudar, ¿habrá otra vez? La respuesta sale de inmediato y desde el corazón y es ojalá no nos hayamos despedido de La Banda Más Caliente del Mundo.