40 ANIVERSARIO DE DESTROYER por Matias Repetto
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Quisiera empezar este homenaje a los 40 años de “Destroyer” saciando una gran duda que tengo desde hace mucho tiempo y es saber si este es el álbum favorito de los fans de Kiss  Llamativamente en base a una encuesta intuitiva que les hice a muchos de mis amigos y conocidos kisseros, jamás lo consideran dentro de sus preferencias. Por cierto “Rock and Roll Over”, “Love Gun”, “Alive!”, o los tres primeros le llevan la delantera. Hay muchos motivos que lo soslayan. Incluso para la Kiss Army de la época, este álbum se alejaba notoriamente del espíritu glam y neoyorkino que Kiss supo cultivar tan sabiamente en esos años, y de pronto muchos soldados de la armada emigraron hacia otras preferencias.

 Sin embargo debemos tener en cuenta que es el álbum emblema que acalló la crítica siniestra que siempre se cernió sobre el grupo, le permitió a Kiss una llegada a otros estándares, no por nada es el disco de estudio más vendido de la banda y como dato adicional, al día de hoy, por las autobiografías respectivas, tanto Gene Simmons como Paul Stanley y Peter Criss, lo enaltecen como su disco más trascendente en el que alguna vez hayan grabado, no solo por su musicalidad de la que nos ocuparemos más adelante, sino por la experiencia formativa y edificante que significó hacerlo con un productor avasallante y creativo como Bob Ezrin; no así es el caso de Ace Frehley que nunca empatizó con la dinámica y el ego riguroso de Bob, lo cual ocasionó que en muchas sesiones el Spaceman estuviera carente de inspiración y fuera reemplazado por Dick Wagner para adicionar algunos solos extras. (a las pruebas me remito, en la versión 2012 del “Destroyer Resurrected” se editó como track extra una versión de “Sweet Pain” con solo original de Ace, bastante pobre y desarticulado por cierto, y que pone en evidencia que lo metódico y el rigor no era la mejor salida para nuestro héroe espacial).

 

POR QUÉ BOB EZRIN

Es interesante la historia que envuelve a Destroyer, recordemos que tras el boom salvador de Alive (1975), pronto Kiss se vio envuelto en un gran dilema. La compañía grabadora los instó a que aprovecharan la movida exitosa y cuanto antes cocinaran un álbum para invadir las radios y hacer una nueva gira. La disyuntiva era saber qué tipo de música debían hacer, si conformarse con más de lo mismo o buscar algo diferente que los pudiera hacer trascender. Como una vez dijo el manager Aucoin, “a Kiss se les estaban abriendo las puertas y era muy importante elevar el concepto porque estaban en plan de sumar nuevas audiencias y popularizarse por todo el país”.

El concepto incluiría un drástico cambio de imagen, desde una puesta en escena que sea descomunal y visualmente cautivante, hasta un nuevo diseño de trajes más espectaculares que afianzaran y enfatizaran los personajes, y por supuesto como también lo exigía Neil Bogart –presidente de Casablanca Records- la edición de un álbum que pudiera llegar a nuevas audiencias y no volcado sólo a los post hippies rockeros y fiesteros de Detroit y New York.

Por eso, tan pronto como pudieron, en el mes de Septiembre y Octubre de 1975 los chicos entraron a los Magnagraphics Records de New York en virtud de afianzar ideas germinales y recuperar algunas composiciones descartadas. De esas sesiones surgen canciones como “Doncha Hesitate”, “Night Fly”, “I’ m the Star”, una primigenia versión de “Detroit Rock City” cuyo riff se desprendía de la canción Acrobat que solían tocar en los primeros conciertos, otro tema glamie llamado “Ain’t that the Smoke”, Paul y Gene a su vez tenían maquetas previas de canciones como “Mad Dog”, “God Of Thunder” y otra conocida en ese momento como “Thousand Faces”, también había un outtake del primer álbum que lograron grabar en su paso por Los Angeles en 1975, en una sesión en la que también habían “demeado” una primigenia versión de Rock and Roll All Nite para Dressed to kill, era una balada country llamada “Mistake“.

En este punto, con todas esas cintas en puerta, tanto Gene Simmons como Paul Stanley coincidieron en que el material era aceptable pero no cabía dudas de que necesitaban una mano extra si querían hacer algo novedoso y que trascendiera comercialmente a lo ya realizado. De ahí que surge la necesidad de trabajar con un productor notable y ambicioso.

Puntualmente la banda buscaba a alguien excepcional que pudiera involucrarse con el material, al estilo en que George Martin había trabajado con Los Beatles, o al modo en que Phil Spector lo hacía con sus artistas; y el nombre decantado casi por unanimidad – Ace quería a Kramer - era Bob Ezrin, alguien que ya estaba familiarizado con el glam rock neoyorkino (Lou Reed) y la música de rock teatral (Alice Cooper).

De alguna forma Bob era un artista talentoso, cuidadoso, pero a la vez sumamente creativo y progresivo como para orientar la música de un grupo o de un artista hacia objetivos musicales puntuales; y en el caso de Kiss, su impronta teatral y la historia que pudieran contar a través de los alter egos iba a marcar el nuevo rumbo.

Paul Stanley; “Invitamos a Ezrin a unos shows para que conociera de qué se trataba la banda y entendiera lo que hacíamos”; Ezrin recuerda; “Después de verlos tocar, me junté con ellos entre bastidores y lo dejé muy en claro del primer momento, no entiendo como una banda teatralmente tan rica no enfocan las composiciones y las historias hacia cada uno de los personajes; así que les dije; ese es el rumbo hacia el que tenemos que dirigirnos”. En esa reunión Ezrin también les puso los puntos de entrada; si él iba a producirlos, debía tener absoluto control sobre la dirección musical y a la vez disponer de la total sumisión del grupo a sus formas de trabajo. Con el Ok de la banda, Destroyer ya estaba en gestación.

 

LAS SESIONES

Las sesiones principales se llevaron a cabo durante el mes de Febrero de 1976 en los Record Plant Studios de New York; y el hecho de que en la primera sesión Ezrin viniera disfrazado de maestro de ceremonias con capa y galera, pondría el tono y el clima de trabajo. Todo era imprevisible. Un día Peter Criss fue desplazado del estudio central y su kit de batería quedó armado en la antesala de los ascensores del establecimiento, microfonearon el lugar y grabaron esa intro llena de reverb de “Do you love me”, en otra oportunidad desplazó a Paul Stanley de la primera voz y le hizo cantar a Gene Simmons “God of Thunder” exigiéndole que imposte la voz como un monstruo de ultra tumba; para “Detroit Rock City” adicionó un track de piano y les pidió a Frehley y a Stanley que toquen exacto el arreglo flamenco del solo que había maqueteado horas antes; otro día los miembros de Kiss entraron al estudio y se encontraron con que el plató estaba repleto de niños del coro de Brooklyn para hacer los coros de “Great Expectations”, una balada especialmente compuesta por Simmons evocando el espíritu de la banda; y para sorpresa de Gene y Paul, en la mezcla final del repertorio, Ezrin había descartado el cover “Ain’t none your Business” que Criss había vocalizado furiosamente y en su lugar incorporó la balada que Peter tenía entre manos llamada Beck, pero que mutó a una composición genial orquestal con piano como instrumento principal llamada “Beth” (para que no pareciera una oda homosexual dirigida al popular guitarrista británico). Increíblemente eso salvó el matrimonio de Neil Bogart que estaba apunto de separarse de su esposa Elizabeth y que al editarse la canción la mujer creyó que Neil la había hecho poner a propósito en su honor.

El método de trabajo de Ezrin es que no haya un método exacto sino lograr a cualquier costo lo que la canción exija; y en ese punto el productor iba a hacer uso de todo lo que tuviera a su alcance, desde reformar las canciones, recomponerlas, adicionando músicos como Dick Wagner para los solos de Flaming Youth o Sweet Pain, incorporar orquestación adicional, coros extravagantes e incluso contando con la colaboración de compositores externos como el genial Kim Fowley.

En un momento los miembros de Kiss algo desorientados, dudaron si estaban en el camino correcto cuando vieron entrar al estudio a Bob con sus dos hijos (David y Josh) y los puso al micrófono para que hagan voces adicionales en “God of Thunder”, o trajera a los coristas Tasha Thomas & Carl Hall y sacara las voces de Paul en los coros de Sweet Pain; pero el punto de inflexión lo marcó Flaming Youth. Recuerda Stanley: “Había un track de guitarra que fue silenciado y en su lugar lo encuentro a Bob con un Caliope (órgano de calesita) grabando ese sonido horrible; le dije que no me parecía apropiado… por Dios al día de hoy lo escucho y no me gusta; pero bueno, el tenía el control”. De todos modos la preocupación extra era que Ezrin era adicto a grandes cantidades de cocaína y hacía abuso de esta sustancia para trabajar en jornadas extremas de trabajo. Criss: “Aún así fue la grabación más fascinante que me tocó hacer en Kiss; fue todo un aprendizaje de principio a fin; fueron momentos inolvidables; Bob nos exigía musicalmente y aprendimos un montón”. Gene Simmons: “Ahora sabemos que es un compás irregular de cinco por cuatro, el nos explicaba este tipo de cosas y nos llevó a un nivel que quizá nunca hubiéramos alcanzado por nuestra cuenta”.

 

FINAL

Destroyer se editó un 15 de Marzo de 1976, la tapa era una genial evocación caricaturesca a la invasión kissera que se venía con los cuatro reyes del mundo nocturno del Glam enaltecidos en un peñasco derruido. Sus nueve canciones parecen conceptualmente ensambladas; por primera vez el grupo sonaba teatralmente avasallante poniendo a fuerza de rigor lo que los alter egos transmitían: El nivel compositivo de cada tema es especial y con toque muy original; las voces suenan dimensionales; y a nivel compositivo la banda extiende su universo musical hacia otros estilos lo cual lo hace un disco rico e interesante. Por momentos suena progre y sinfónico lo cual no deja de sorprender a pesar de 40 años transcurridos.

Los primeros efectos tras su publicación fue de desconcierto y algo de decepción para los fans que pensaban encontrar rock and roll despojado y gritón; de hecho es un álbum donde prima la melodía y mucho histrionismo. Algunos fans de la primera ola pensaron que Kiss había hecho concesiones al mundo del pop, y de hecho es así; pero quien puede dudar esa innegable calidad compositiva de estos colosos del rock americano. La instrumentación es demoledora y al día de hoy muchas de sus canciones siguen siendo evocadas por Kiss en vivo y en directo

Va desde ese himno caótico de hard rock elaborado como “Detroit Rock City” pasando por una de las baladas más bellas de la industria de la música de nuestra era (Beth), toca lo estrambótico y lúgubre con God Of Thunder y nos inmortaliza en un grito de soldados del rock con SHout it out Loud, a mi criterio, el mejor himno que hizo Kiss en toda su historia, y en el medio de todo eso, un hard y glam rock de alta calibre (Sweet Pain, Do you love me?, King of the Nightime World, Flaming Youth)

Pasaron mas de 6 meses para que Destroyer fuera aceptado cuando la balada “Beth” se viralizó en las radios, permitiendo extender al grupo sus horizontes musicales y llegar a público de todas las edades. La versión remozada y remasterizada del 2012 le hace justicia al legado destructor, con detalles de sonidos y voces adicionales, pero hubiera sido genial que editaran los demos iniciales y temas descartados como hicieron más tarde en Love Gun..

En conclusión, y ya hablando mas desde el corazón, Destoyer es Indestructible desde donde se lo mire

Salud.. Feliz 40 años a Kiss y la música eterna de buen rock!!!

MATIAS REPETTO

MARZO 2016E